Calle de Alcalá

Fundada a comienzos del siglo XV y en un principio llamada de los Olivares, al haber entonces dos que la recorrían, es una de las calles más famosas de Madrid. Con una distancia actual de más de 10 km., es la más larga y una de las más antiguas de la capital. Esta calle nace en la Puerta del Sol y se extiende por el nordeste hasta la avenida de la Hispanidad.

De ella dijo la mariscala Junot que por belleza competía con las mejores de Europa, y debe su nombre a que esta calzada conducía hacia el este, es decir, hasta Alcalá de Henares.

Junto al parque del Buen Retiro y atravesada por esta vía se encuentra uno de los monumentos más famosos de la ciudad y de España, la Puerta de Alcalá, mandado construir por el rey Carlos III para recibir a los viajeros que vinieran de Aragón, Cataluña o Francia. Este proyecto le fue encargado por concurso al arquitecto Francisco Sabatini.

La Puerta de Alcalá se inagura en 1778, y es a principios del siglo XX cuando, debido al ensanche de la calle, se prolonga más allá de este monumento. En esta calle también se halla otro de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, la fuente de la Cibeles, en la plaza que lleva el mismo nombre.